
Todo comienza con una ilusión. Una historia bien contada, una pantalla parpadeante y la promesa de un mundo que podría ser distinto. En 1999, The Matrix nos vendió la idea de que la realidad era una simulación. Ahora, 25 años después, Village Roadshow Entertainment Group, la productora que ayudó a darle vida a esa distopía, enfrenta su propia caída: se ha declarado en bancarrota.
La traición del sistema
Village Roadshow no es cualquier empresa. Durante décadas, construyó franquicias icónicas como The Matrix, Joker y Ocean’s Eleven. Pero su ruina no fue una casualidad: una batalla legal con su exsocio Warner Bros. (WB) y un fallido intento de producir contenido independiente han sido los clavos en su ataúd corporativo.
Todo explotó en 2022, cuando Warner Bros. lanzó The Matrix Resurrections en HBO Max sin darle a Village Roadshow el control que creía merecer. La productora alegó que WB le había cerrado la puerta a futuras secuelas y precuelas, violando su acuerdo. Así comenzó un pleito legal que le costó a Village Roadshow más de 18 millones de dólares en honorarios de abogados, la mayoría de ellos aún impagos.
La caída del titán
No fue solo la guerra con Warner Bros. lo que hundió a la productora. En 2018, apostó por un estudio independiente para crear sus propias películas y series. Pero ninguno de esos proyectos generó ganancias. Sumemos a la ecuación el colapso de la industria durante la pandemia y la huelga de guionistas y actores en 2023, que dejaron a Village Roadshow en la cuerda floja. Para diciembre, el Writers Guild of America prohibió a sus miembros trabajar con la empresa debido a deudas impagas.
Ahora, la productora está vendiendo su extenso catálogo por 365 millones de dólares, pero sus deudas oscilan entre 500 millones y 1.000 millones. Ni siquiera la memoria de Neo puede salvarla de esta caída.

¿Una simple bancarrota o el fin de una era?
Village Roadshow y Warner Bros. eran socios, pero la codicia y las disputas los convirtieron en enemigos. Es una historia vieja: los mismos estudios que nos venden el sueño de la rebelión contra el sistema son devorados por él. Como en The Matrix, la realidad se impone.
Y aquí estamos, viendo cómo una de las grandes productoras de Hollywood se desmorona mientras las megacorporaciones siguen absorbiéndolo todo. La pregunta es: si incluso los arquitectos de la ficción se ven atrapados en este juego despiadado, ¿qué nos queda a los demás?
Bienvenidos a la verdadera Matrix. Pero esta vez, no hay pastilla roja que nos salve.
Autor: X Mae
Fuente: BBC
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