La industria del entretenimiento está en llamas. De nuevo. Esta vez, la tormenta está en las costas del rock y las olas del surf. Lady Gaga, la camaleónica artista que ha reinventado la música pop una y otra vez, está en el ojo del huracán legal. Pero no por su música. No por un escándalo de vestuario. Ni siquiera por su irreverencia creativa. No, esta vez el problema es un logo.
La marca de surf Lost International ha decidido llevar a la cantante a los tribunales por el supuesto robo de su diseño de «Mayhem», un logo que, según ellos, ha sido parte de su identidad durante más de una década. El conflicto está en que Lady Gaga, sin permiso alguno, está utilizando un diseño «básicamente idéntico» para su nuevo álbum. Intentaron resolverlo fuera de la corte. No funcionó. Ahora exigen daños, bloqueos y, por supuesto, dinero. Porque al final, todo es dinero.
Pero aquí surge la gran pregunta: ¿Cuánto es plagio y cuánto es apropiación cultural disfrazada de «inspiración»? ¿Es realmente un «robo» si una estética ya está en el aire cultural? Y lo más importante: ¿es justo que una artista con millones de seguidores pueda apropiarse de un símbolo underground sin consecuencias?
El caso de Lady Gaga contra Lost International es más que un simple pleito legal. Es un reflejo brutal de la forma en que la cultura mainstream devora, digiere y regurgita subculturas enteras para su propio beneficio. Lo hemos visto antes: el punk convertido en accesorio de pasarela, el hip-hop comercializado hasta perder su esencia, el street art convertido en fondos de pantalla para marcas de lujo. Ahora es el surf, ahora es el «Mayhem».
Y es que, si nos ponemos a hilar fino, el verdadero «Mayhem» (caos) no está en un logo. Está en la eterna batalla entre la independencia creativa y la maquinaria corporativa. Está en el hecho de que la originalidad rara vez sobrevive intacta en la industria del entretenimiento. Está en que una palabra, un diseño, una identidad pueden ser absorbidos por algo mucho más grande, mucho más poderoso, sin que nadie pueda hacer nada al respecto.
Gaga aún no ha respondido. Tal vez nunca lo haga. Tal vez su «Mayhem» termine siendo una tormenta en un vaso de agua. O tal vez sea el recordatorio perfecto de que, en la cultura pop, nada es sagrado. Ni siquiera el surf.
Autor: X Mae
Fuente TMZ
Imagenes: TMZ & Robin Harper from Billboard