El escándalo estalló como una bomba en el ciberespacio indio. Ranveer Allahbadia, el popular YouTuber con millones de seguidores, lanzó una pregunta que muchos catalogaron de «asquerosa», «perversa» y «repugnante» en su show India’s Got Latent. Una pregunta formulada en clave de humor negro, pero que desató una furia nacional:
«¿Preferirías ver a tus padres teniendo sexo todos los días por el resto de tu vida o unirte una vez y detenerlo para siempre?«
El público no lo toleró. Se presentaron denuncias policiales, YouTube eliminó el episodio, y Allahbadia recibió amenazas de muerte. La indignación escaló hasta la Suprema Corte de la India, que usó palabras duras para referirse al creador de contenido: «sucio», «mente pervertida», «repugnante». Y, sin embargo, también le otorgó protección legal contra su arresto.
La Doble Moral del Escándalo
Pero aquí está la pregunta que pocos quieren hacerse: ¿De verdad nos ofendimos tanto, o simplemente nos gusta ver a alguien arder en la hoguera pública? Porque, seamos honestos, los mismos espectadores que hoy piden su cabeza fueron los que lo convirtieron en una estrella. Su canal, BeerBiceps, no se hizo famoso por ser un modelo de decoro. El show en cuestión acumulaba millones de vistas con chistes subidos de tono, críticas mordaces y momentos bizarros. Y, hasta hace poco, a la audiencia parecía encantarle.
Lo más irónico es que esta pregunta no es original. Es un clásico en el mundo de los «juegos de incomodidad». Un show australiano hizo exactamente la misma pregunta sin que nadie se escandalizara. Lo que en un país es irreverencia, en otro es pecado capital.
Estado, Moral y Censura: Un Cóctel Explosivo
Ahora la conversación ya no gira en torno a si la pregunta fue de mal gusto o no. Ahora el Estado quiere meter mano en la creación de contenido digital. Se habla de endurecer regulaciones para plataformas como YouTube y castigar la «obscenidad» con leyes más severas. ¿De verdad es eso lo que queremos?
Porque si a alguien le ofenden los chistes de un programa, puede dejar de verlo. Pero si el Estado decide lo que es aceptable y lo que no, entonces todos estamos en riesgo.
Y aquí es donde el miedo cobra sentido. Cuando el escándalo ya no es solo sobre un YouTuber, sino sobre lo que podemos decir, crear y consumir. Hoy le tocó a Allahbadia. Mañana podrías ser tú.
La Indignación Selectiva Nos Hará Cómplices
Los mismos que se ofendieron por el chiste seguirán consumiendo contenido igual de transgresor, siempre y cuando el linchamiento público no les apunte a ellos. La indignación no es genuina, es performativa. Y en un mundo donde la viralidad lo es todo, lo que hoy te divierte, mañana podría destruirte.
La pregunta incómoda que deberías hacerte es: ¿Eres realmente diferente de aquellos a los que criticas?
Fuente: BBC
Autor: X Mae
Foto: BeamStar