¿Cuánto Cuesta Ser Único? El Lujo Desmedido de los Superautos

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En un mundo donde la exclusividad se paga a precio de oro, Bugatti ha encontrado una mina de oro en la personalización de sus superautos. Mientras que el mercado de los carros generalistas se esfuerza por ofrecer el «todo incluido» para atraer a los compradores, el mercado de los superautos de lujo camina en la dirección opuesta: el verdadero negocio está en los extras.

La Historia de un Millonario y su Bugatti

Imagina a Juan, un empresario de éxito que siempre ha soñado con poseer un Bugatti. Después de años de trabajo y dedicación, finalmente decide dar el paso y adquirir uno de estos superautos. Pero, ¿qué hace que un Bugatti sea tan especial? No solo es su diseño aerodinámico, sus materiales ligeros y resistentes, o sus innovaciones tecnológicas. Es la posibilidad de personalizarlo hasta el último detalle, de hacerlo verdaderamente único.

Juan se dirige a la concesionaria de Bugatti, dispuesto a desembolsar más de tres millones de dólares por su nuevo juguete. Pero ahí no acaba la historia. Mate Rimac, CEO de Bugatti, reveló en una entrevista para Top Gear que, de media, cada cliente se gasta unos 500.000 dólares solo en personalizar su coche. ¿Por qué? Porque en el mundo de los superautos, la exclusividad no tiene precio.

El Precio de la Exclusividad

Bugatti sabe cómo rentabilizar sus carros. No solo por el precio desorbitado de sus modelos, sino también por el desorbitado precio de sus recambios y el mantenimiento de sus superdeportivos. Cambiar el aceite de un Bugatti puede costar tanto como comprar un coche nuevo de gama media. Un simple botón puede costar más de 11.000 dólares, aunque el propio botón cueste apenas un euro.

Pero, ¿qué hay detrás de estos precios? Una filtración de GTBoard.com de 2022 revelaba el precio de algunos de estos extras de Bugatti. En este caso, las modificaciones se aplicaban a un Bugatti Chiron, cuyo precio base era de 3.825.000 dólares. A esto se añadían 476.450 dólares en extras y paquetes opcionales, elevando la factura final a 4.301.450 dólares.

Detalles que Marcan la Diferencia

Entre los extras más destacados se encuentran:

  • Color exterior Blue Royal Carbon: 222.500 dólares
  • Techo Sky View: 62.000 dólares
  • Parrilla Nocturne: 7.500 dólares
  • Logo de la parrilla: 6.200 dólares
  • Parte trasera Nocturne: 15.000 dólares
  • Deflector del escape acabado en negro: 15.000 dólares
  • Logo trasero ‘Super Sport’ en Le Patron: 12.500 dólares
  • Sistema del alerón trasero revestido en negro: 12.500 dólares
  • Cubierta del depósito en Nocturne Mate: 5.000 dólares
  • Centros de llanta en Nocturne: 1.250 dólares
  • Pinzas de freno en Grenade: 6.200 dólares
  • Partes interiores en negro anodizado: 56.000 dólares
  • Línea interior en Lake Blue: 18.600 dólares
  • Retrovisor en Lake Blue: 3.100 dólares
  • Delicias escondidas en Lake Blue: 2.500 dólares
  • Asientos confort: 12.500 dólares
  • Logo EB en Grigio en los reposacabezas: 3.100 dólares
  • Cinturones de seguridad en Lake Blue: 2.500 dólares

No Solo Bugatti

Bugatti no es el único fabricante que ha visto una oportunidad de mejorar los ingresos con la personalización de sus autos. Lamborghini y Rolls-Royce también están sacando rédito de las opciones de personalización. Según Financial Times, de los 1.260 millones de dólares que Ferrari facturó en 2023, 460 millones de dólares provenían exclusivamente de la personalización de sus autos.

La Paradoja del Lujo

Mientras la industria generalista se sumerge en una profunda crisis, las cifras del mercado de los superdeportivos de lujo no paran de registrar récords de pedidos. La escasez de oferta es una de las claves que explica este fenómeno: cuantos menos autos haya en el mercado, mayor será su demanda y mayores los márgenes económicos para su fabricante.

Del Bugatti Chiron se fabricaron 500 unidades, del Bugatti Veyron solo 450, y del último superdeportivo de la marca, el Bugatti Tourbillon, se fabricarán solo 250 unidades con un precio de casi cuatro millones de dólares. Es decir, la marca ha ido fabricando cada vez menos carros y, de forma inversamente proporcional, ha ido incrementando su precio.

Reflexión Final

La historia de Juan y su Bugatti nos invita a reflexionar sobre el valor que le damos a la exclusividad y el lujo. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para ser únicos? ¿Es justificable el precio desorbitado de estos extras? En un mundo donde la desigualdad económica es cada vez más evidente, ¿qué dice de nosotros como sociedad el hecho de que exista un mercado tan lucrativo para estos superautos?

La próxima vez que veas un Bugatti en la carretera, piensa en Juan y en los 500.000 dólares que gastó solo en personalizar su coche. ¿Valió la pena? Esa es una pregunta que solo él puede responder.

Autor: X Mae
Fuente: Xataka

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